Luego de que el partido terminara los siete reglamentarios empatado a cero. De esta manera, Argentina termina el torneo con récord de 1 victoria y 6 derrotas, en la séptima ubicación del Grupo A, igualando prácticamente la actuación del anterior Mundial en el que participó (Canadá 1994), cuando el torneo se disputaba con otro formato -en esa oportunidad Argentina terminó su grupo con récord de 1 ganado y 5 perdidos-.
El juego fue parejo durante todo su desarrollo, y dominado por las lanzadoras de ambos conjuntos. Por el lado de Argentina, abrió el juego Virginia Sciuto, lanzando 5+ entradas sin recibir anotaciones, permitiendo 3 hits, ponchando a 4 bateadoras, otorgando la misma cantidad de boletos gratis y golpeando a una toletera británica. En el sexto inning, con una corredora a bordo y sin outs, la relevó Carla Villalva, quien cargaría con la derrota, lanzando 3+ innings, permitiendo dos hits y dos carreras, todo en el noveno episodio.
No obstante, la gran figura de la jornada fue la lanzadora de Gran Bretaña, Stacie Townsend, que lanzó juego perfecto hasta el séptimo inning, y sólo cedió un imparable y una base por bolas en las nueve entradas que trabajó, ponchando a 14 bateadoras argentinas. La única carrera que recibió, fue producto de la regla del desempate, cuando en el noveno inning Argentina inició con Pilar Rodríguez en segunda base (en sustitución de Virginia Sciuto) y pisó la goma gracias a un roletazo de Agustina Godoy.
Gran Bretaña estuvo siempre más cerca de ganar el juego, dejando un total de diez corredoras en base en los siete innings reglamentarios, a pesar de conectar solo 3 imparables. Esto hace dificil de analizar la defensa de argentina, que si bien no permitió anotaciones (objetivo último de cualquier defensiva), cometió 3 pifias, que sumadas a las 4 bases por bolas y a la jugadora golpeada le dieron demasiadas chances de anotar al equipo europeo. Sin embargo, cada vez que la defensa se vio apretada por la situación, respondió a la perfección para no permitir carreras, con lo cual el juego se mantuvo empatado a cero por ocho períodos.
El octavo inning pasó sin anotaciones, pero no sin emociones. Iniciando el desempate con corredora en segunda, Magalí Frezzotti se sacrificó y llevó a Florencia Olheiser a la tercera. Pero Townsend una vez más se llevó dos ponches para terminar la amenaza. Al cierre de ese inning, Carla Villalva no se quedó atrás. Obligó a la primera bateadora a tocar en zona de foul, para el out por regla (si el toque de bola, con dos strikes, se va de foul, el bateador es declarado out por regla). Inmediatamente después la corredora británica Kristen Whitt se robó la tercera, poniendo la carrera de la victoria a 18 metros del plato. Y la entrenadora británica volvió a arriesgar, mandando seña de squeeze play (toque de bola, mientras el corredor de tercera sale corriendo hacia el home), pero la defensa argentina volvió a mostrar las uñas. Florencia Olheiser levantó el toque, asistió a Tatiana Tavella, quien a pesar de chocar con la corredora que venía de tercera hizo el out más importante del partido para Argentina. Un ponche de Villalva mandaría el juego a un nuevo período extra.
En el noveno el marcador cambió de números por primera vez en toda la tarde. Pilar Rodríguez empezó el inning en segunda, Natalia Jimenez se sacrificó para ponerla en tercera, y Agustina Godoy la impulsó al home con un roletazo a la segunda base. Sin embargo, al cierre de ese mismo episodio el juego se definiría para el lado birtánico. Una jugada confusa permitió que la primera bateadora llegue a la primera almohadilla. Con dos strikes, Sarah Jones intentó tocar la bola, pero abanicó. La bola picó en el piso, con lo que le dio el derecho a correr a primera. La defensa argentina pensó que la bateadora había hecho contacto con la bola, con lo cual sería out por regla. Sin embargo, el principal determinó que la bateadora no había hecho contacto con la bola, que se trataba de un ponche caído, con lo cual la corredora fue segura en primera. Un hit entre el short y la tercera de Carley Roberts empató el juego inmediatamente después; y una bateadora más tarde Kristi Yoshizawa conectó de línea al jardín derecho y definió el partido.
Así llegó a su fin la participación argentina en este Mundial Femenino, con un récord de 1 ganado y 6 perdidos, logrando ganar su segundo partido en la historia de los Campeonatos Mundiales, luego de que lo hiciera por primera vez en el año 1994, frente a Croacia. Argentina cierra esta participación con el sabor amargo de haber perdido seis juegos, pero con la sensación de que le pudo jugar de igual a igual a casi todos los equipos que enfrentó. En este momento quizá suene a poco, pero en perspectiva el balance será positivo para este grupo de jugadoras, que llevó a la Selección Argentina a su tercera participación mundialista.
El próximo gran evento internacional que enfrenta esta Selección serán los Juegos Deportivos Panamericanos de Guadalajara 2011
Autor:Martin Jorge
Fuente:Confederación Argentina de Softbol
“Vinimos con muchas expectativas que se cumplieron, este es el regreso de Argentina a Campeonatos Mundiales y lo más importante es que las jugadoras se despiden con una motivación para continuar con el trabajo y hacer de Argentina una potencia”, señaló el entrenador del equipo, Guillermo Spotorno.
Por su parte, las jugadoras se sienten satisfechas después de medirse ante los equipos más fuertes y con mayor experiencia en lo que a Softbol se refiere.
“Clasificar al Mundial fue un paso muy grande y el ganar un partido nos dice que con constancia y dedicación podemos seguir mejorando”, explicó la capitana y jardinera izquierda, Magali Frezzotti.
Uno de los recuerdos más gratos que se llevan las argentinas para su país, es el apoyo del público en cada partido. “Las veces que hemos venido nos han tratado muy bien y nos hemos sentido apoyadas, se siente lindo que incluso nos llamen por nuestros nombres”, aseveró la lanzadora que cargó con el revés, Carla Villalva.
No hay comentarios:
Publicar un comentario